domingo, 8 de diciembre de 2013

Agua dulce, agua salada...

La semana pasada comprobamos en todo el ciclo cómo se comporta un huevo que introducimos en agua dulce (agua de río) y en agua salada (agua de mar). Pudimos ver como en el primer caso, el huevo se hunde hasta el fondo, mientras que en el segundo, flota en la superficie. ¡Curioso!

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